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Kommentare
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Mis manos apoyadas en los muslos de mi hombre, disimuladamente pretenden mantener el control de la penetración, creemos que aún tenemos biológicamente la capacidad innata de poder decidir plen la situación... Sin saber que habiendo asumido el rol de hembra receptora o ser una pasiva beta, la única disposición está en las manos del portador de la virilidad y será el dador en todo momento está en manos del macho, control? No tenemos control de nada, solo debemos adaptarnos y sentir la plenitud de que nuestro cuerpo responde a su nueva naturaleza, sentir el roce del falo abriéndose paso a través de la vulva (esfinter anal) y el glande rozando con fuerza el punto P, lo que nos conduce a vertiginosos espirales de excitación que si no tomamos en cuenta, terminaremos por alcanzar un orgasmo que no es comparable con ningún otro...
